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¿Se Puede Suspender las Visitas en Chile?
La respuesta es SÍ, pero solo en casos graves y calificados que demuestren que mantener el régimen actual sería perjudicial para los hijos, esto es, para su interés superior.
En otras palabras, se debe acreditar que mantener el régimen vigente sería perjudicial para los hijos.
La ley chilena prioriza siempre el interés superior del niño, por lo que cualquier restricción debe estar debidamente fundamentada y aprobada por un tribunal de familia.

Por tanto, y a modo de ejemplo, una madre puede prohibir al padre ver a su hijo, como medida preventiva, pero luego formalizar la situación inmediatamente ante los juzgados competentes, pues de no hacerlo oportunamente, caería en incumplimiento.
Fundamento para Suspender las Visitas o Relación Directa y Regular
El principal criterio para suspender un régimen de visitas es probar que:
- La relación con el padre o madre vulnera gravemente la indemnidad psicológica, afectiva o física de los hijos.
- Existe un riesgo de afectación al Interés Superior del Niño.
Ejemplos de motivos para suspenderlas
- Casos de abuso físico, psicológico o sexual hacia los niños.
- Situaciones en las que el padre o madre sea alcohólico, drogadicto o incapaz de cuidar adecuadamente de los hijos; esto es, no cuenta con las habilidades parentales idóneas.
¿Cuándo un Padre puede Perder el Régimen de Visitas en Chile?
Junto a las justificaciones graves que tratamos en la suspensión del Régimen de Visitas, el padre podría perfectamente perder definitivamente el Régimen de Visitas en Chile, cuando los casos graves y calificados se estiman que no van a poder revertirse de manera alguna y constituyan un peligro grave para la integridad del niño, niña o adolescente.
No es que se decrete «usted no podrá ver más a su hijo», sino que las razones de suspensión o no otorgamiento del régimen de visitas, se sabe que se mantendrán en el tiempo, y «no van a mejorar», por lo que cualquier intento que haga el padre nuevamente de ver al hijo, será rechazado. (por ejemplo, alcoholismo, drogadicción no tratados adecuadamente).
Agregado a lo anterior, también juega un papel preponderante la Autonomía Progresiva del Niño, en cuanto a que si se comprueba fehacientemente que el hijo tiene madurez suficiente y definitivamente no quiere mantener relación alguna con su padre, también en ese caso se perdería definitivamente el Régimen de Visitas.
Esto es, que dicha razón no va a cambiar; a lo mejor el hijo podría cambiar de opinión con el pasar de los años, pero en muchos casos que hemos visto, esto no será así.
¿Qué Ocurre si los Hijos no Quieren ver a su Padre?
Conforme a lo que expusimos líneas arriba, eso dependerá de la edad y nivel de madurez de los hijos, aplicando el principio de autonomía progresiva del niño.
Por ejemplo, un niño de 5 años que no quiera ver a su padre, no tendrá el mismo peso respecto de un niño de 15, respecto a su determinación.
Lógicamente, este ejemplo va en torno a circunstancias donde el padre no ha cometido acciones graves y calificadas que atenten contra los derechos fundamentales del niño.
¿Qué es la Autonomía Progresiva?
Lo explicamos en términos muy generales, como su propio nombre lo indica:
- Autonomía: Es el derecho del niño a tomar decisiones sobre su vida en función de su desarrollo emocional y mental.
- Progresiva: La capacidad de decisión aumenta con la edad y la madurez; esto es a medida que vayan creciendo.
En consecuencia,
¿A qué edad un niño puede decidir no ver a su padre en Chile?
Eso dependerá netamente de las circunstancias y del nivel de madurez del niño. La ley no establece expresamente la edad, solo establece los principios generales de la autonomía progresiva, y el juez deberá ponderar dichas circunstancias.
Progresiva del niño, que es un criterio que deberá aplicarse al caso concreto, por ejemplo:
- Niños pequeños (ej. 5 años): Si un niño no quiere visitar al padre por razones triviales (como no gustarle la comida), esto no justifica suspender las visitas. Sin embargo, si menciona motivos graves como maltratos, debe investigarse a fondo.
- Adolescentes (ej. 15 años): Si un adolescente no desea ver a su padre, el juez evaluará su opinión en función de su madurez y la causa que lo motiva.
Este tema requiere un análisis profundo y debe tratarse caso por caso.
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📌 La suspensión de visitas no es automática ni arbitraria. Debe ser solicitada ante un tribunal con pruebas contundentes que respalden la afectación del menor.
Si enfrenta una situación donde cree que las visitas deben suspenderse o modificarse, es fundamental contar con asesoría legal para que pueda tomar una buena decisión.
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